La terapia de juego es un enfoque psicoterapéutico usado principalmente para apoyar a niños y niñas entre los tres y los doce años. El juego terapéutico suele llevarse a cabo en una habitación de juego segura y cómoda, con pocos límites y reglas, de modo que se fomente la libre expresión. Esto permite al terapeuta observar las elecciones, las decisiones y el estilo de juego del niño. El objetivo es ayudar a los niños y las niñas a expresarse de maneras más sanas, respetuosos y empáticas, así como descubrir nuevas y más positivas maneras de solucionar los conflictos.
La terapia de juego ayuda a los niños y las niñas con dificultades sociales y emocionales a comunicarse mejor, modificar su comportamiento, desarrollar habilidades para solucionar conflictos y relacionarse con otros de manera positiva. Es apropiada para niños y niñas que están pasando por eventos estresantes en sus vidas, tales como una enfermedad grave u hospitalización, violencia doméstica, abuso, trauma, crisis familiar o algún cambio importante en su ambiente cotidiano. La terapia de juego también puede ayudar a niños con dificultades académicas y de aprendizaje.