El reflejo acústico es la contracción de un pequeño músculo del oído medio en respuesta a sonidos de alta intensidad. Cuando el reflejo acústico se presenta, el tímpano se rigidiza para proteger al oído de sonidos fuertes. Para completar esta prueba el audiólogo enviará tonos de alta intensidad al oído del niño o de la niña y determinará si el tímpano se rigidiza debido a la contracción del músculo, aportando información acerca del oído medio, oído interno y nervio auditivo. Esta prueba es rápida y no duele.